Fuente: Madrid/Geoscopio
El Grupo de Trabajo de Selvicultura, del VI Congreso Nacional de Medio Ambiente, pide un pacto nacional para garantizar las inversiones en la conservación y gestión de los bosques, que estaría firmado por las fuerzas políticas del Parlamento español, el Gobierno Central, las Comunidades Autónomas y los agentes sociales
El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, WWF/Adena, representantes de la Universidad y el sector científico y representantes de la empresa privada han pedido, en las conclusiones de sus reuniones durante el Congreso, la firma de un Pacto Nacional por la Conservación de los Bosques que garantice la inversión en los mismos.
Al igual que el Pacto por las Pensiones de Toledo, su intención sería garantizar la inversión necesaria en los bosques españoles para su correcta conservación y gestión sostenible. Esta inversión no debería ponerse en peligro por los sucesivos cambios de gobierno que pudieran producirse y debe garantizar que se cumplirá con el Plan Forestal Español, que tiene una vigencia de 30 años y una financiación aprobada sólo para los siete primeros.
Este pacto estaría firmado por las fuerzas políticas del Parlamento español, el Gobierno Central, las Comunidades Autónomas y los agentes sociales.
Según los expertos, el sector forestal español tiene, territorial y ambientalmente, una gran importancia. El 52 por ciento del territorio nacional es forestal. Esta importancia no se corresponde con el escaso respaldo político y financiero que padece en la actualidad.
El recientemente aprobado Plan Forestal Español se financiará, en su mayor parte, con fondos de la Unión Europea. La inmediata ampliación de la UE cuestiona la llegada de nuevos fondos a partir de esa fecha y pone en peligro la ejecución de dicho plan.
Por otra parte, la mayor parte de las Comunidades Autónomas han aprobado en los últimos años planes forestales, e incluso sus propias Leyes de Montes, ante la ausencia de una política forestal nacional que marcase unos objetivos comunes y estableciese su correspondiente financiación.
Estos planes son muy heterogéneos en los tiempos de ejecución, en los objetivos y en la financiación que destinarán para su cumplimiento. Se observa, además, que la mayor parte de estos planes forestales no se han cumplido y que gran parte de ellos ni siquiera tienen prevista una revisión de sus objetivos y de su financiación.
A estas circunstancias, hay que sumar que no está suficientemente claro si la inversión prevista en el Plan Forestal Español se sumará a la prevista en los respectivos planes forestales autonómicos o, por el contrario, será la misma, teniendo en cuenta que una parte importante de su financiación proviene de los mismos fondos, la Unión Europea. Si no se sumasen las inversiones previstas en los distintos planes forestales, la situación de abandono y escasa inversión en los montes sería aún mayor.
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